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BRISAS DE FOZ

El abdicado Jefe del Estado Español, no lo hace por voluntad racional, como se nos vendía.

Acabamos de pasar un punto álgido en la Historia de España. Deliberadamente he querido mantenerme inactivo estos días, al efecto de este blog, porque no me creía capaz de guardar las formas ante la sarta de inexactitudes que se estaban divulgando. Es cierto que esto no es nada nuevo. Los distintos Stablishment de los países denominados más avanzados, lo tienen como parte del programa. Pero, hay veces que la manipulación se hace tan evidente que produce vergüenza ajena. El abdicado Jefe del Estado Español, no lo hace por voluntad racional, como se nos vendía. Lo hizo, ahora ya se divulga, y, antes se deducía, por dos razones fundamentales con diversas derivadas. La primera , es sin ninguna clase de duda, la inevitable condena de su hija menor; aunque esa condena se minimalice al máximo soportable, de esa condena se podrían derivar consecuencias inasumibles para la Jefatura del Estado y para el propio Estado y su Nación, España. Como ya se dice públicamente en tertulias, argumentar que, la actividad del matrimonio Urdangarín/Borbon no era conocida en Casa, se puede hacer, buena prueba de ello es que se hizo y hace. Cosa distinta es que sea creíble. Cuando el matrimonio compró la casita de Pedralbes, por el módico precio de ¡! 1000 millones de pesetas!! Al que debieron añadirse otros tantos para acondicionarla, ya se preguntaba el vulgo ¿De dónde salen esos dineros? . Si se lo preguntaba el vulgo, que no deberían hacer los integrantes del Stablishment y los propios moradores de la Casa. Por eso, se hizo indispensable generar un cortafuego y que, este, fuera muy importante. Verdad debe ser, a mi me lo parece, que una de la derivadas a las que  antes aludía, sería la de que, esta ocasión la pintaban calva para que, los que llevan tiempo pretendiendo instalar  en la Jefatura del Estado al heredero de la Corona, adulterasen algunos extintores al efecto de que, el fuego, se hiciera inapagable por medios convencionales. La segunda razón, es el estado físico del abdicado Jefe de Estado. D. Miguel Cabanela González-Seco, cuando pronosticó la recuperación de su paciente, se equivocó o, moderó la verdad a interés de parte. D. Juan Carlos está muy impedido a estas alturas y, ya ha transcurrido un apreciable tiempo desde su intervención última. Es cierto que Él había sufrido diversas operaciones, y eso castiga, pero no lo es menos, que se observa muy limitado en su movilidad, y eso no aventura nada bueno. Este estado físico, al que parece sumarse algún típo de pérdida en la expresión denotada en alguno de sus discursos, puede haber sído la causa de que Él abandonara su decisión de no abdicar, fundamentalmente, porque, parece ser, algunas otras cuestiones familiares le preocupaban. Veremos si el actual Jefe de Estado, le quita la razón al padre y ejerce su trabajo sin mediaciones familiares, que por ahí podrían ir los tiros.

Por otro lado, está el espectáculo derivado del aforamiento. Aparte de la formalidad en sí misma, lo que yo más destaco de la información derivada de ello, es: primero, a algunas personalidades del Stablishment se les ha escapado, que la urgencia de aforar, venía, fundamentalmente, derivada de la posibilidad de que un juez poco sensato, pudiera abrir un proceso al que perdía la inviolabilidad y a los que no están aforados de la Familia. ¿Y por qué entrañaba eso un riesgo?  Al decir de los que al respecto se manifestaban, porque un juez actuando solo, no ofrece la suficiente garantía de imparciabilidad, dada la politización, ideologización y afán de estrellato dominante,  la cual cosa, se subsana, con el aforamiento, que garantiza la actuación  de un tribunal, en este caso, el Supremo. ¡!! Cojonudo!!! Tómese nota. Por si alguien no lo tenía por sospechado, cuando menos. segundo, dícese que en España hay actualmente 10.000 aforados. La consecuencia más común es la de que, a estos ciudadanos, se les está, parece ser, a la vista de lo que leemos, escuchamos y vemos, que sea cual sea la causa, se les aplica la norma; es decir, les ha de juzgar un tribunal. Esto entraña una irregularidad, una más, a favor de algunas de  las castas que integran el Stablishment- los profesionales de los medios de comunicación, que sí integran el Stablishment, no están aforados-, principalmente la política y la judicial, porque el aforamiento, lo debe ser exclusivamente para cuando se está en el ejercicio de la actividad que da derecho al aforamiento; el político, cuando está ejerciendo un acto  político y, un juez cuando está juzgando. Dicho en roman paladino, de hecho, se está aforando a la persona no al cargo, que es lo que se debe aforar. Otra más de las auntotrampas.

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