Blogia
BRISAS DE FOZ

Amorales, corruptos, mentirosos, etc etc, todas esas características que adornan a buena parte de los dedicados a vivir de la política

Hace unos añitos, cuando yo era un rapaz,  en los fuegos de acampadas solía ser habitual cantar aquello de “Vamos a contar mentiras, trailarará. La liebre por el mar y por el monte la sardina, trailarará, trailarará”. No estaba bien visto contar mentiras, aunque éstas, fueran sin dolo. Los mentirosos eran señalados como tal, y tenían muy difícil hacerse creer cosa alguna. La palabra de una persona era toda una garantía. Recuerdo que, los tratantes que venían a comprar reses por las casas, sellaban los tratos, en miles de reales, con un apretón de manos, y no conocí a nadie que se sintiere engañado. Lo mismo ocurría con los maderistas. Pero llegó la modernidad y con ella, también la política profesional, y todo eso se esfumó. Ahora, no te puedes fiar ni de los contratos, pues, la letra pequeña suele ser un medio de escamotear cosas que  de conocerlas el que suscribe el susodicho, no lo firmaría. La razón es bien simple. Aquí lo dije en diversas ocasiones. La mentira se aceptó como, dicen los periodistas, un regate en corto propio de la actividad. Estos días, al pairo de las venideras elecciones, lo que se escucha de los aspirantes a beneficiarios de la política, es sonrojante  ¡De juzgado de guardia!  Se solía decir cuando los juzgados tenían consideración distinta y distante de la que se refleja, ahora, en las encuestas del CIS. Ya dejaré a parte el que, fundamentalmente, estos aspirantes y sus conmilitones que les arropan, dicen, centran su esfuerzo dialectico en acusar a sus antagonistas, de aquello que, ellos mismo, son: Amorales, corruptos, mentirosos, etc etc, todas esas características que adornan a buena parte de los dedicados a vivir de la política. Pueden creerme, que sigo bastante estos asuntos, que he detectado aspirantes a alcalde que tienen muchísima dificultad para leer media cuartilla. Entonces, la reflexión se produce instantánea ¿Cómo va a poder gobernar un Concello, quien lee con dificultad?.  Recuerden, que en los informes, de Pisa, creo recordar, entre otros, se dice que una de las causas de los malos resultados obtenidos por los educandos en España, es el no saber leer. Cuando lees mal, difícilmente puedes interpretar lo que estás leyendo. En otro orden de cosas, todos los partidos y facciones que divulgan estos días sus excelencias ¡pero todos! ¿Eh? aluden a que son gente nueva en contraposición a sus antagonistas. Pues bien, esa gente nueva, además de no leer con soltura suficiente, como ya testimonié, adolece, en la mayoría de los casos de experiencia laboral alguna; es decir, llegan vírgenes a este trabajo, que es el de administrar los bienes públicos de todos. Entonces la reflexión, una vez más, es inmediata. ¿Si no fueron capaces de obtener una actividad dentro de la gran diversidad existente, como es posible que aceptemos que pueden administrarnos satisfactoriamente?. No menos preocupante es la reflexión después de conocerles en algunos detalles. He tenido ocasión de hacerlo con algunos, y no singularmente de Foz, y les puede asegurar que, yo que contraté  decenas de personas a lo largo de mi vida profesional, no lo haría con algunos de estos, para cosa alguna, y mucho menos, para otorgarles responsabilidad. Claro, luego ocurre lo que vemos. No es ajeno al punto de donde partimos. Decían ayer, en un debate acerca de la calidad de los dedicados a la política, teniendo como trasfondo su remuneración, que, la mayoría de los componentes de nuestras estructuras políticas están cuajadas de anodinos funcionarios, en su mayoría, escaseando los particulares con bagaje profesional/técnico que les permitiere ejercer una labor política destacada, en lo positivo, en contraposición a lo que acontece ahora, que lo destacado es en negativo.

Me viene a la memoria, también, otro tipo de personaje que acude al panal de rica miel en que se convirtió la política. Me refiero a dos periodistas muy guerreras en su actividad profesional, y que, ahora,  en la política,  no lo son menos y a contrapelo; es decir, trepando a través de lo que sea menester. Irene Lozano en UP y D, que ahora enfiló a su lideresa, la Srª Diez, a la que desea sustituir, off course,  y lo hace, porque no permite la libertad necesaria en el partido. Hace no muchos meses, cuando el Sr. Sosa Wagner hizo público su parecer de coaligar, o algo así, con C´s, la tal Irene, fue el látigo literario que le fustigó, y ¡de qué  manera!. Entonces, era de la guardia pretoriana de la líder, quizá, con aquella actitud, pretendiera trepar un poco. Hacerse acreedora de la discrecionalidad de la líder. Ahora, cuando la chalupa de  la líder hace aguas por todas partes, la tal Irene, se ve capaz de interpretar todo lo contrario de lo que decía en Agosto del año pasado. ¡Eso sí que es una mutación, que no solo cambio,  carajo!. En el PP la guerrera es Consuelo Álvarez de Toledo. A Acebes se la “vendieron” P.J. y F.J.L.  que la habían situado, cara al gran público, a través de la tertulia de la COPE, dirigida por Federico y con Pedro J. como estrella rutilante. Por eso, desde el principio, la tal Consuelo, se alineó enfrente de Rajoy, donde está todavía, “argallando”  que es lo que mejor hacen estas jóvenes promesas buscando la más efectiva forma de trepar. Como me leen, unos no llegan y otros se pasan, y, con estos mimbres debemos elaborar el cesto de la Administración Pública ¡manda egges que diría el Sr. Trillo!

 

 

0 comentarios