Cuando trinca la mayoría, la minoría tiene poco que hacer donde el Sistema Político imperante, es regido por la mayoría......
¡!Arden las tertulias en los medios!!. Hay dos temas serios, estrella. El asunto del espionaje, que ahora atribuyen a EEUU, solo, y la hoja de ruta de ETA y sus legítimos herederos a cuyas tesis secesionistas se arriman las castas políticas catalanas. Hace unos días contemplé una entrevista en Tv a Pérez Reverté, de quién me gusta su estilo común; derivado de lo que se le escucharía al pueblo llano, con algún menos improperio en Reverté. Hay alguna otra cosita de él con la que no estoy tanto en acuerdo. Pero claro, somos imperfectos. Todos, incluso él. El entrevistador le sacó a colofón un artículo escrito hacía 15 años, en el que Reverté denunciaba que las castas nos estaban conduciendo a lo que hoy vivimos, y lo que vendrá. Se preguntaba, en la entrevista Reverté, si esto no lo veía nadie más que él. ¿No lo veían los políticos que manejan la información reservada que no sale a los medios; éstos que se pasan la vida de acá para allá de reunión en reunión, todas ellas de alto nivel, dicen?.¿ No lo veían los intelectuales- los de verdad, si quedan- que están escrutando el acontecer pasado, presente y futuro para de su crítica, vivir?. ¿Ni los curas, ni los frailes- ahora que están tan de moda porqué tomaron el poder de la Santa Madre Iglesia- ni los ciudadanos? Pueeees, entonces nadie, o casi nadie, lo delataba; al contrario, si abrías la boca para balbucear algo al respecto, te la rompían- metafóricamente hablando-.!!Este tío es un iluminado!! decían de ti a tus espaldas. ¡! ES un antisistema!! aseguraban otros. Lo cierto es que el tiempo pone a cada cual en su sitio. Los que no querían ver ni oír del problema que se estaba generando, ahora se desgañitan en diarias algaradas públicas pidiendo que el Estado, a través de sus distintas administraciones, les solucionen los problemas colaterales de la situación conocida como crisis. Nada nuevo bajo el sol. Pasan los siglos y no salimos de cazurros. ¡Bueno algunos si!. Las castas se van nutriendo de nuevos coparticipes. Ahora trincan y practican la mamandurria- al amparo de la Democracia que “disfrutamos”( ellos)- incluso el proletariado a través de los muchos chiringuitos que constituyen el Estado: sindicatos y asociaciones, muchas y, variadas. Por eso, admirado Reverté, el problema tiene difícil solución. Cuando trinca la mayoría, la minoría tiene poco que hacer donde el Sistema Político imperante, es regido por la mayoría. Vd , Sr. Reverté, aducía que la solución está en la educación. Educando los niños, éstos regenerarán la Sociedad. Si, claro, así sería si se educasen los niños que en su día formarán las castas. Ya lo decía, años ha, Ortega y Gasset. Si hubiera buenos maestros- él era catedrático de escuela Normal, donde se fabricaban los maestros y ahora también, aunque con el pomposo nombre de Facultad- éstos educarían a las generaciones que en su día han de gobernar; gobernarían bien, y, los maestros dejarían de pasar hambre, dicen que contestaba cuando se le preguntaba ¿Cuándo dejarán de pasar hambre los maestros, Sr. Ortega?. No Sr. Reverté, la solución, podría, pero no pasa por ahí. ¿No vé vd que no quieren formar bien a la muchachada? Solo buscan que voten y que lo hagan sin razonar el por qué lo hacen a unos o a los otros. Que voten, esperando que éllos también se incorporarán al trinque y a la mamandurria. Y a fé, que cada día son más y más los que lo hacen. Habrá que pensar en otra posible solución que a mi, en este momento no se me ocurre. No por qué no existan, porque las mayorías trincadoras y mamadoras impiden incluso el mentarlas. Y ¿todo esto qué relación tiene con los dos asuntos enunciados al principio?. Desde mi humilde punto de observación todo. Las castas, incluidas las que practican el asesinato como medio de promocionarse a ser incluidas dentro de las mayorías que controlan el parné, desarrollan este tipo de luchas marciales, utilizándonos a los ciudadanos como la esterilla sobre la que pelearse. Eso, Sr. Reverté, lo aprenden con suma facilidad estos casteños desde su primer puesto pagado con dinero público: una asesoría, una concejalía, un carguito de partido, etc etc . Aquí no hace falta leyes que permitan pasar de curso con suspensos. Aquí aprueban casi -exceptúo los honrados, que los hay y suelen escapar despavoridos cuanto antes- todos, bien es verdad, que unos con más nota- trinque- que otros. Fíjese si están convencidos de que ninguna minoría les perturbará, que cuando se hace público- todos los días algunos- el resultado del trinque, lo explican con absoluta normalidad e impasibilidad, aún utilizando las bazofias más groseras a modo de argumento.Si observara, Sr. Reverté, como estos aprendices de casteños se producen, se comportan, se manifiestan en los pequeños pueblos, llegaría a la trístísima conclusión de que estamos remando contra corriente.
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