El Papa Francisco advierte: “ En los medios se necesita verdad, no calumnia”. ......

El Papa Francisco advierte: “ En los medios se necesita verdad, no calumnia”. Muchos hombres y mujeres de la Iglesia han hecho milagros, que les ha conducido a ser Santos, una vez muertos y demostradas sus intervenciones milagrosas. Pero, el Papa Francisco no logrará, con su intervención ante el Señor, que los medios dejen de actuar como lo vienen haciendo, al servicio de sus amos, de las ideologías políticas y de intereses singulares. La verdad, Santo Padre, ya casi, no interesa a nadie. A la mentira, los periodistas, del día a día, le llaman regate corto. Se entrevista a una persona con funciones públicas, del órden que sean, y se le acepta que tergiverse la verdad o mientan directamente. Dicen, los profesionales de los medios, que lo que importa es que el personaje diga lo que quiera, que luego cada cual juzgará lo que dice o hace. Eso es una disculpa. Dejan que, digan lo que digan, porque de otra manera no se prestarían a ser entrevistados. Una inmensa mayoría de la ciudadanía, no estamos en condiciones de discernir entre la verdad y la mentira esgrimida en una entrevista. Y, lo que queda, para esa mayoría, es lo que dice el personaje, por muy mentira que sea, es tomado como dogma de fé, por quienes escuchamos y no disponemos de elementos para evaluar lo que se está diciendo. Claro que´, en muchísimos casos, el entrevistador tampoco. Esa es una gran desgracia, la escasa formación de los profesionales. Les preparan solo para sacar rendimiento económico de la noticia. Lo importante es el titular, no el fondo de la cuestión. Si vd va a la radio o a la prensa a decir algo, si es llamativo o polémico, le atenderán, pero no le exigen pruebas de lo que vaya a decir. De ahí pueden salir las calumnias a las que alude el Papa Francisco.

El daño que origina a la Sociedad este tipo de comportamiento, es mayúsculo. Mucha gente asumimos como verdad lo que se oye o lee. De esa asunción, sale un estado de opinión deformado que daña irreparablemente a la Sociedad. Así, se puede oír a ciudadanos sostener teorías verdaderamente infumables, sin ningún apoyo argumental, simplemente son producto de la deformación producida por una supuesta información, que realmente es una manipulación pura y dura.

Especialmente indignante, para mí, resulta oír o leer, resúmenes y entrevistas, derivadas de acciones de protesta colectiva, donde se utilizan soflamas  y falacias con el fin de generar un estado de opinión retorcido y tendente a perjudicar a un tercero.