Entonces ¿Por qué se monta este show? .....
Que la administración de justicia necesita de una fuerte actualización, parece que, no cabe duda alguna. El problema no radica solo en la carencia de medios. Es algo bastante más profundo, desde mi punto de vista, analizando los comportamientos cotidianos de quienes administran esa justica. Acaba de comenzar el juicio por el caso Códice Calixtino. Lo primero que aparece ante el ciudadano que debe sufragar con sus impuestos este evento, es el extraordinario show mediático que se origina. El Códice ya está localizado y a buen recaudo. Entonces ¿Por qué se monta este show? . Quién lo había robado parece que está claro. Entonces ¿Por qué se monta este show?. Parece que, lo lógico, lo racional, sería determinar cuál es la pena que corresponde al que lo ha hurtado y punto. Pero, parece que se dan otras circunstancias que deben ser discernidas en juicio oral, donde se pondrán de manifiesto los distintos testimonios y las distintas pruebas periciales o documentales, que aclaren esas otras circunstancias. Por ejemplo ¿Cómo podía ser hurtado tanto dinero sin que la administración de la Catedral lo supiera, o, si lo sabía, porque no lo denunciaba?. Y luego está la parte morbosa que, hasta ahora, no salió de forma descarnada y por los indicios iniciales, parece que no saldrá. A algunas de las reformas que se antojan necesarias, se desprenden de la actuación protocolaria en sí. Ya sé que, la garantía procesal es muy relevante en todo proceso, pero no debería llegar hasta bordear el ridículo, a menos que, de lo que se trate sea de engordar los procesos para beneficio exclusivo de algunos de los partícipes. Ver y oír como los encausados alegan, ahora, cosas como que, el juez les ha menospreciado y maltratado, hasta el extremo de considerar parva a la esposa del principal encausado, me parece grotesco. ¿Creo yo que un juez puede menospreciar a un ciudadano a lo largo de una instrucción? Si, lo creo. Cosa distinta es que sea habitual. En todo caso, para eso el procedimiento prevé la presencia de un técnico en la materia, el abogado. Nunca podré entender que, un acusado, pueda mentir, flagrantemente, para defenderse. Es tanto como asumir que un hábil mentiroso puede salir indemne de un delito, aunque este sea grave, como el homicidio, por ejemplo. Tampoco puedo entender como, se le permite al abogado montar supuestas estrategias para hurtar la verdad. Tampoco, que exista una verdad judicial que, no tiene por qué coincidir con la verdad rotunda. Tampoco puedo entender que la garantía procesal exija que, el abogado defensor pregunte al acusado de donde salieron alrededor de!! 300 millones de pesetas ¡!que tenía en billetes, en medio de escombros, después de hacer diversas inversiones inmobiliarias, para que, este pudiera decir que eran fruto de lo que ahorraba de su trabajo de electricista, autónomo,en la Catedral. ¿ES qué, las posibilidades de ahorro del electricista, no las puede valorar un técnico de haciendadeclaraciones del interfecto en mano, si las hizo, y concluir con un informa pericial sin gastar el tiempo de tantos funcionarios de la Administración de Justicia escuchando esas sandeces?. Claro, la garantía procesal. Pero es que. ¿Lo que dicen los peritos no es tomado en cuenta por los jueces, normalmente, cuando el perito es nombrado por el juzgado?. En resumen, que un juicio llevado desde una vertiente técnica y tecnificada, debería ser mucho más corto, ergo, mucho más barato para el contribuyente, claro que, permitiría una menor facturación a los técnicos de las defensas y de las acusaciones, y eso, “habiendo tanto paro”, es sagrado. Esos técnicos que se quejan de la subida de tasas, pero que, no se ocupan de proponer, desde sus todo poderosos colegios, una modernización/tecnificación del proceso judicial. Deberían volver a imponer las pelucas en los técnicos que intervienen en los procesos judiciales, así tendríamos claro que estamos ante algo tradicional y antiguo .
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