Tengo para mí que, el expediente del caso inmobiliario “ de aquí al lado”, era, precisamente, el conocido como Unidad de actuación CS5, vulgarmente denominado Garañón.

Creo que corría el año 2009, cuando, circunstancialmente me hallaba yo en un despacho de autoridad competente en Lugo capital, y ocurrió lo siguiente, y a lo que ya hice alusión entonces en este Blog.

Se trataba de un despacho con varias mesas separadas por una  cortísima distancia, en el que operaban 4 ó 5 funcionarios de un determinado cuerpo. El que me atendía a mí, que era el responsable de este departamento oficinal, hubo de levantarse para ir a buscar una documentación con la que responder a la cuestión que allí me levara. Era una cuestión no personal y sí de carácter público. Tardó un poco en regresar y, disculpó su tardanza en la circunstancia de que acumulaban gran cantidad de expedientes en circulación; es decir, activos que, además, eran, habitualmente muy voluminosos, y me puso como ejemplo uno que se hallaba sobre la esquina de su pequeña mesa, integrado por varias carpetas del tamaño DIN A4 que  alcanzaba una altura de un palmo y medio aproximadamente. Era, me dijo, un asunto inmobiliario de Lugo Capital, “ de aquí al lado”; estábamos en la Avdª Ramón Ferreiro. Se me quejaba de que era un tema muy delicado para su Servicio, dado que había mucha gente importante en el ajo, incluso, gente con puñetas, de ahí que estuvieran haciendo recaer sobre su Servicio una responsabilidad que él consideraba no era de su estricta competencia; es decir, las partes, buscaban utilizar los informes de este Servicio como punta de lanza, unas, contra otras. Nos enrollamos un poquitín, porque el tema que yo portaba, también traía causa de una acción irregular de un determinado constructor y un  Concello que se hizo el sordo y ciego. Tengo para mí que el expediente del caso inmobiliario “ de aquí al lado”, era, precisamente, el conocido como Unidad de actuación CS5, vulgarmente denominado Garañón.

Por este caso, que judicialmente arranca allá por el año 2009, año en que supuestamente yo ví el dossier  sobre la mesa de un informante oficial, ya fueran imputados tres jefes de Servicio del Concello de Lugo: Arquitectura, Urbanismo y Licencias del Consistorio, así como  el propio promotor, allá por finales del 2013. También, se solicitara al Concello, diversas documentación relativa a decisiones de carácter político, destacando, petición de la magistrada acerca de la persona y cargo que había convocado una junta de gobierno el 31/12/05, que parece era jornada festiva y por tanto no lectiva y donde se tomaron decisiones que beneficiaban al promotor, previniendo de los efectos de una Ley que entraría en vigor el primer día del año siguiente ¿Nada sospechoso, verdad?  

Por tanto, las imputaciones, ahora, del alcalde y concejal de urbanismo de entonces, Sres. Orozco y Besteiro, no responsables políticos de los jefes de servicio imputados en el 2013, no tienen nada de intempestivas, como señalan incluso por parte de la Srª  Pilar Cancela, secretaria de organización del PSOE gallego. Se trata de un proceso instructivo complicado, con diversas acciones judiciales ejecutadas , y sus correspondientes sentencias, que viene a sumarse a otros varios complejos asuntos que está instruyendo la misma magistrada. Por cierto, que el Sr. Besteiro dice que su piso de R. Ferreiro está bien documentada su adquisición y de donde han salido los fondos: cuenta vivienda  e hipoteca para adquirirlo, peeeero, parece que la cuestión está en una transformación, que no suelen ser baratas ¿Recuerdan las del chalet madrileño de D. Pepe Blanco o la del dúplex de la hija/o del Sr. Bono?.

Yo no sé si los Sres. Orozco y Besteiro son culpables de algo de esto, por tanto, líbreme Dios de atribuirles culpa, pero para ser casualidades todas estas cosas, parecen demasiadas. En todo caso, el Sr. Besteiro, políticamente hablando, no observa un comportamiento muy ajustado a norma, y el que comete una presunta irregularidad pequeña, también la comete grande, cuando lo necesita y puede. De alguna pequeña, presunta,   yo puedo dar testimonio.