Algunas cosas de la política vistas desde Foz.....

Hace unos días me referí aquí  a la mano que meció la cuna de C´s. Ayer encontré este artículo: Los empresarios que auparon a Rivera: “ No ha dado la talla”http://www.larazon.es/elecciones-generales/los-empresarios-que-auparon-a-rivera-no-ha-dado-la-talla-JE13066197#.Ttt16BOsIIoY7Gl. Pues ya lo ven vds. El editor- ahora familia-  de la Razón es catalán, aunque charnego,  y forma parte de la burguesía de allí, por eso, a mi criterio, implica al IBEX en general, cuando, realmente, como en la primera operación Roca, la promoción es de catalanes incluidos en el IBEX  o no, pero que utilizaron sus contactos para vender, como antaño, este paño catalán al resto de España mediante fuertes campañas propagandísticas, para garantizarse el negocí  con un gobierno títere. Pero falló el muñeco. ¿Falló o los vendedores del paño catalán olvidaron de que, también,  Zara se hizo con el negocio textil en España, originalmente reducto catalán? Los promotores de la idea de este partido, a través de la plataforma Ciutadans de Catalunya: Albert  Boadella, Arcadi Espada, Félix de Azuá, Francesc  de Carreras están confesando públicamente que el Sr. Rivera está equivocando el objetivo, focalizándolo en él mismo en lugar de la Nación Española.

Los efectos de la singular democracia imperante, aplicada en UK, prosiguen. Entre bambalinas se está tratando de trazar itinerarios para que, esos efectos, no debiliten más el Sistema, o, incluso, poder aprovecharlos para vacunar a los ciudadanos frente a veleidades que pongan en peligro el actual estatus. En Austria han de repetirse las elecciones, en su segunda vuelta, ordenado por un tribunal a causa de haberse observado irregularidades, aunque, las reconocidas, parece son de menor calado y no deberían provocar  una decisión tan trascendente, pues no reconocen influencia en los resultados, o, ¿Ocultan la realidad?. No sería de extrañar, una de las virtudes de esta democracia imperante, es la de fabricar condiciones para evitar que los antagonistas prosperen. Como ejemplo muy visible, lo que acontece en Francia para evitar la toma del poder por parte de Le Pen. Los acontecimientos cotidianos, de este tipo y otros, presionan para que ese Restyling de la Democracia se lleve a cabo. La facilidad de interconexión global favorece el que, los ciudadanos se percaten, cada vez más, de que las élites utilizan la política, no para conducir el esfuerzo colectivo en pro de la evolución social, y si, para mantener un elevadísimo número de amamandurriados  a las ubres del  presupuesto público. Se percatan de que, cada vez más, los estados, administradores de los bienes de las Naciones, se parecen a aquellos administradores de fincas que  sangran a los colectivos vecinales con cuotas elevadas (impuestos) y derramas (deuda pública) para mantener la comunidad , donde solo el portal mantiene la apariencia de bienestar.

Los dirigentes políticos de UK que han provocado el desastre derivado del Brexit, se van todos ellos, dejando a  UK, a UE y en buena manera al mundo desarrollado  en órdago de cuidado. Se van, sin que se les exija responsabilidades personales por la irresponsabilidad personal. Eso es otra laguna de la democracia imperante. También, se está reconociendo que a lo largo de la campaña para el referéndum, los citados dirigentes, han mentido al ciudadano aportando información y datos falsos. Eso es otra laguna de la democracia imperante. Yo lo recuerdo con frecuencia aquí, uno de los grandes males de esta democracia imperante, es que se adoptó la mentira como un argumento político válido; ahora, con esto del Brexit,  se pone blanco sobre negro y queda claro que la mentira, también, e incluso mucho más, en política es una herramienta de destrucción. El que los medios de comunicación,  no denuncien cotidianamente este uso indebido de la mentira, por parte de los políticos, eso es otra laguna de la democracia imperante, porque supone que están subordinados a  los políticos  por razones espurias y, en todo caso, hurtan información a los ciudadanos respecto de la realidad o irrealidad de las cosas que les confieren.