Puntos de vista, desde "la calle", al respecto de la clase política
Esta semana que hoy finaliza, oí una entrevista al Sr. Lleida, portavoz de C i U en el Congreso de los Diputados y Presidente de Unió Democrática de Catalunya. En élla, manifestó con absoluta claridad y contundencia, que era muy consciente de que “la calle”, léase, los ciudadanos de a pié, valoran negativamente a la clase política, cada vez más. Lo atribuía a que transciende lo negativo de su gestión y/o comportamiento, pero no lo positivo. También decía, que no todos los políticos son iguales en su actitud y aptitud, ni, por supuesto en su comportamiento.
En mi opinión, el Sr. Lleida tiene razón, parcialmente, porque es bien cierto que son éllos, los políticos, los que pueden y deberían corregir esa situación. Sin embargo, no solo no lo hacen, si no que más bien hacen lo contrario.
Hoy he recibido el E-maíl que les reproduzco seguidamente, donde se aportan puntos de vista de “la calle”, y por como lo dice, parece ser un funcionario que se siente agredido y/o amenazado con este asunto de su incremento salarial
Ha dicho la Presidenta de la Comunidad de Madrid que es indecente que mientras la inflación es -1%, los funcionarios además de tener plaza fija, tengan una subida salarial del 5%.
Objetivo: congelarles el sueldo.
Me gustaría transmitirle a esta Sra., y en general a la clase política lo que considero indecente:
INDECENTE, es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes y el de un diputado de 3.996 pudiendo llegar con dietas y otras prebendas a 6.500 €/mes.
INDECENTE, es que un catedrático de universidad o un cirujano de la sanidad pública ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera.
INDECENTE, es que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca, (siempre por unanimidad, por supuesto, y al inicio de la legislatura).
INDECENTE, es comparar la jubilación de un diputado con la de una viuda.
INDECENTE, es que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste sólo con 7 años y que los miembros del gobierno para cobrar la pensión máxima solo necesiten jurar el cargo.
INDECENTE, es que los diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF.
INDECENTE, es colocar en la administración a miles de asesores (léase amigotes con sueldo) que ya desearían los técnicos más cualificados.
INDECENTE, es el ingente dinero destinado a sostener a los partidos aprobados por los mismos políticos que viven de ellos.
INDECENTE, es que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo (y no digamos intelectual o cultural).
INDECENTE, es el coste que representa para los ciudadanos sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes (siempre en gran clase) y tarjetas de crédito por doquier.
INDECENTE, es que sus señorías tengan 6 meses de vacaciones al año.
INDECENTE, es que sus señorías cuando cesan en el cargo tengan un colchón del 80% del sueldo durante 18 meses.
INDECENTE, es que ex ministros, ex secretarios de estado y altos cargos de la política cuando cesan son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir 2 salarios del erario público.
INDECENTE, es que se utilice a los medios de comunicación para transmitir a la sociedad que los funcionarios sólo representan un coste para el bolsillo de los ciudadanos.
INDECENTE, es que nos oculten sus privilegios mientras vuelven a la sociedad contra quienes de verdad les sirven.
Y mientras, hablan de política social y derechos sociales ¡¡QUÉ INDECENTE!!
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