Antonio Basagoite Pastor ¿No podrían clonar a este político y sin embargo Sr.? .......
Prosigue el debate de quien/nes son responsables del endeudamiento del Estado Español. ¿La propia Administración central del Estado? ¿Las Autonomías? O, ¿Los Ayuntamientos?. Decir que todos éllos, parece una obviedad, pero no lo es tanto, dado que ninguna de las tres partes deja de culpar a las otras. Realmente, como el dinero público, procedente de los impuestos de los ciudadanos, fundamentalmente, “no es de nadie”- así lo sentenció la legislatura pasada una ilustre ministra de cuota- lo gastan, el más, y lo invierten, sin un autocontrol necesario. ¿Por qué decimos sin autocontrol?
Porque para un monto muy relevante lo hacen fuera de los cauces del control institucional, fragmentando las partidas para evitar los concursos públicos, por ejemplo. Desde los pueblos de España, estas cosas se aprecian con más nitidez que desde las grandes ciudades. Esa es una de las razones por las que los “analistas políticos” no son muy conscientes de la situación, y, consecuentemente, sus análisis giran y giran sobre algunos de los grandes números, y donde se va el dinero público, es en los gastos micro. Esta semana podíamos oír debates de análisis sobre gasto, y los citados analistas no iban más allá de cuatro generalidades: ¡El 65% del gasto se lo llevan la Sanidad y la Enseñanza, y “ahí hay que gastarlo todo”, porque es el bienestar y el futuro de los ciudadanos!, decían. Perdóneseme, pero esto es una simpleza mayúscula. Si gastando el 65% del presupuesto en estos dos servicios, éstos están como están, o nos gastamos el 80/90%, o, parece que los resultados no son asumidles. Tanto en Sanidad como en Enseñanza, los implicados directamente en la gestión, aseveran que la causa de los resultados mediocres, en ámbos casos, es por ¡!falta de medios!!, consecuentemente se debería asignar más partida y llegar a ese 80/90% del disponible. Nadie, o muy pocos, dicen que eso es imposible. Pero lo es realmente. ¿Entonces que hacer?. En mi opinión, rediseñar estos servicios en función de las posibilidades para sostenerlos, de un lado, y de otro, “profesionalizar” la gestión. Al frente de la Sanidad, en sus diversos estadíos, se colocan a los políticos o profesionales politizados, por tanto, no es de extrañar que les observemos haciendo política desde allí, la cual cosa está reñida con la buena gestión. Lo mismo podemos decir de la Enseñanza. Se producen cambios pendulares rara vez en función de las necesidades objetivas, y si, de las conveniencias políticas del ejerciente de turno. No son capaces de consensuar acuerdos de Estado para dar calidad y estabilidad. Utilizan estos servicios como “herramientas” al servicio de la mayor gloria del partido: colocaciones, promociones, propaganda, etc etc . Fruto del pasteleo que se traen los políticos es lo que refleja esta carta .
Pero ¿Qué ocurre con el otro 35% del gasto nacional?. La utilización política es predominante, de una manera especial en los periodos previos a las múltiples convocatorias de elecciones. De ahí el dicho vulgar de que debería haber elecciones cada mes, para asegurse el que los políticos hicieran algo para el pueblo. Se distribuyen millones de euros a diestro y siniestro. Se comprometen gastos e inversiones desde las distintas administraciones estratégicamente para afianzar el control político, preferentemente, o intentar captarlo. Es lo que se conoce vulgarmente como un despilfarro generalizado desde todas las administraciones sean del color que sean, con ligeros matices. Un político- salvadas las excepciones que quepan- nunca gastará el dinero racionalmente, lo gastará políticamente; es decir, a su conveniencia, y, si no lo tiene- como ocurrió, recientemente, y está ocurriendo- endeudan la Administración correspondiente, que es lo mismo que decir a los ciudadanos.
Gente que dispone de datos, como el último ex secretario de CCOO, decía esta semana en la radio, que después del 22 de Mayo arderá Troya, como consecuencia de que no se podrá continuar con este despilfarro generalizado, y éllos, los políticos, tendrán que admitir que se acabó la barra libre. Son muchos los que solo han estado viviendo de esa barra libre, por tanto, ahora se encontrarán con un fuerte dilema cual es el de gobernar administrando los ingresos ordinarios. Será todo un espectáculo, además de una desgracia para el ciudadano.
Antonio Basagoite es un ciudadano y político relevante del País Vasco. Habla con mucha claridad y sencillez, de ahí que se le entienda todo. Es pragmático y le sospecho honradez, honestidad y ética política. Su acuerdo con el Sr. López para que éste último sea Lendakari es todo un ejemplo de buen Político. No quiso cargos. Exigió compromiso de gobierno para todos los vascos y lucha contra la bicha- ETA-. Ahora – que cordura- asevera que lo que le interesa del Lendakari son sus hechos, no sus peroratas políticas. Busca el bien del País Vasco, por encima de todo, parece desde fuera. Del asunto Faisan, dice también, que “más que meterle el dedo en el ojo” a D. Rubalcaba, lo que a él le interesa en que se descubra toda la estrategia inmoral montada, “se depuren las responsabilidades a que hubiere lugar, con el objeto de que no pueda repetirse eso nunca más” . ¿No podrían clonar a este político y sin embargo Sr.?
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