El estado de la Sociedad......

Observando con cierto detalle lo que se dice que acontece cotidianamente, sería fácil entrar en depresión, si, uno no estuviere vacunado contra eso. A mi juicio, merece la pena relatar algunas de esas cosas, a las que, asiduamente, no les prestamos atención y consecuentemente, no nos percatamos del estado de la Sociedad. Observen:

Un periodista participando de una tertulia, hace solo unos días, con motivo de eso que dijo el ministro de Justicia, acerca de reflexionar sobre si sería útil y/o necesario controlar que, los medios de comunicación no publicaran filtraciones sobre casos judiciales bajo secreto de sumario, filtraciones que, tanto daño hacen, a los implicados y a la Sociedad que,  recibe una información, en muchas ocasiones, manipulada en contra de; dijo el periodista:

a) Últimamente, desde hace algunos años, se ha puesto de moda el hablar de periodismo de investigación, y eso no existe. El resultado de la supuesta investigación, es una filtración que alguien interesado te facilita para que se publique, con intención de perjudicar a un tercero, persona física o jurídica.

b) A nosotros, los periodistas, el publicar filtraciones no nos produce ningún provecho.

c) Los medios están para publicar todo aquello que el Gobierno no quiere que se sepa

Pues, algunas horas después, escuché lo mismo de otros de estos personajes. Se habían excitado con la anunciación de la reflexión por parte del ministro. En algunas ocasiones yo dejé aquí constancia de que son muchos los periodistas que viven- profesionalmente-  de la filtraciones. Si dispones de abundantes y cualificados filtradores, te conviertes en un profesional reputado por disponer de eso que llaman primicias. Esa situación te permite disponer de cosas tan bien remuneradas como son las afamadas columnas  de toda la vida, y además, contar con diversas colaboraciones en tertulias, y por ende, quizá disponer de algún confidencial. Todo ello, obviamente, incrementa notoriamente las percepciones monetarias del divulgador de confidencias, y eso, a mi entender, es obtener provecho y no siempre lícitamente. Ese provecho que negaba el periodista de marras, con la anuencia de otros que le acompañaban. Yo creí que más allá de lo que oculte o no el gobierno de turno, al ciudadano le interesará no solo eso, porque no solo eso condiciona su vida, su hacienda, su futuro y el de sus descendientes, si los hubiere, porque el interés de conocer, vendrá de ahí, de salvaguardar sus legítimos intereses, y, es evidente que, son muchas otras cosas las que deberían formar parte de la información a proporcionar por los medios. Uno sabe poco, muy poco de todo, pero procura leer información al respecto de lo que le interesa, y así, poder elaborar ideas propias. Este trabajo es, largo, muy largo, pero muy interesante; de él se deduce que, la reflexión de ahora del ministro, ya es una reflexión, con solera, de diversos jueces y magistrados

En otro lugar, entrevistaban a un Psiquiatra acerca de lo acontecido con el avión estrellado en los Alpes. El susodicho entrevistado, que respondía desde  Nueva york aunque trabaja en España, decía que: Por mi despacho profesional  pasan pilotos que está aquejados por problemas de desestabilidad psicológica. ¿ Y, continúan pilotando? Le pregunta el entrevistador. Respuesta ¡Por supuesto! . Pero ¿Cómo es posible que no se ponga solución a eso? Añade el entrevistador. Respuesta ¡Los sindicatos evitan poner solución a estos graves problemas!.

Connotandolo con el asunto anterior, un representante de colegio de Psicólogos, aprovechando que estaban  reunidos, creo que dijera, en un congreso profesional, se queja de que, a obtener los certificados de idoneidad para conducir, los famosos Psicotécnicos, les llegan pacientes, abundantes, que, por estar inmersos en procesos terapéuticos determinados, no deberían poder conducir, simplemente, teniendo presente lo que dice, el siempre recatado folleto del medicamento, pero ellos, los psicólogos, no pueden actuar porque el médico que atiende al paciente en proceso de tratamiento, no actúa en consecuencia y prescribe no apto para conducir. Así, vemos conduciendo a personas: con incapacidades  totales y absolutas y con tratamientos crónicos para procesos crónicos que afectan al autocontrol, etc. etc. Luego, pasa lo que pasa. El piloto suicida estaba en tratamiento severo. El chico que quitó la vida a un profesor recientemente, leí que,  también. ¿Cuántos casos más habrá y que, los periodistas, entretenidos en publicar lo que el Gobierno no desea ver publicado, no sale a la palestra? ¿Es qué, esto no es de  interés para la Sociedad?

Y, ya para terminar. La conductora del informativo da la noticia. Muere en accidente de circulación una mujer de 28 años. Se salió de la calzada  e impactó contra una farola de hormigón. Se está investigando si llevaba el cinturón de seguridad puesto. Ya lo ven, lo importante, la estadística de infractores por el cinturón. O ¿Es que el llevar el cinturón pudiera haberle evitado el accidente o minorado su gravedad? Lo demás, todo lo demás, importa un bledo. Por cierto, hubo un tiempo en que se presumía que las mujeres eran mejores conductoras que los hombres, porque producían menos accidentes, según la estadística. Incluso, las aseguradoras cobraban menos por el seguro si el conductor era mujer. A la vista de los accidentes, actualmente, creo que aquella estadística, si existía, no ponderaba el número de conductores varones y hembras.