Maradona, el amigo del Papa....
Acabamos de pasar el año de la misericordia decretado por el Papa con el fin de justificar su política de captación de nuevos adeptos, a mi entender. Ante la huída de fieles tradicionales que están dejando los centros de la Iglesia vacios, el líder, en compañía de otros, decidió abrir la manga y llamar al redil a gentes que por unas u otras razones, estaban al margen. A esto se le conoce como la reforma, parte de ella, que el líder se propuso desarrollar. Se dijo en su momento, al inicio de su papado, que se le había elegido a él, justamente, porque era una persona idónea para este trabajo. Esto de las llamadas reformas, que también se le podría decir reconversión, y quizá con más propiedad, se dijo que lo había practicado ya, dentro de su orden, la Compañía de Jesús, en su original Sudamérica y, con evidente éxito, por no haberle temblado el pulso. Si recuerdan los comienzos de su papado, cual político fuere, lanzó un agresivo programa de poda. Por otra parte, los nombramientos que ha producido han tenido, se dice, como norte mundano el garantizarse apoyo a su obra y prevalencia en la elección de un continuador, cuando el falte o pase a la reserva. Yo no se cuántas de estas cosas que se dicen y escriben son coincidentes con la realidad última, pero hay ciertos detalles que orientan al observador en aquel sentido. Por ejemplo, el Papa emérito, dijo recientemente, que la elección de este cardenal para Papa le había sorprendido. Que no la veía, vamos. Y que, sin embargo, una vez al frente y, por como trataba a ciertas gentes humildes, le había convencido. No hace muchas semanas, también, el obispo español delegado de la Conferencia Episcopal en la responsabilidad de medios de comunicación, decía en la radio, que este papado se podía significar como el papado de las sorpresas. Aún viéndolo con benevolencia, no se puede ocultar que, es legado poco acorde con lo que se nos tiene acostumbrados por los últimos papados.
Se preguntarán Vds. a que viene el que yo, hoy, haga este comentario que parece no venir a cuento. La razón es que el comportamiento incívico y violento de Maradona exhibido, una vez más, estos días en Madrid, me trajo todo ello a la memoria. ¿Por qué? Porque el papa ha recibido en varias ocasiones a este bulto sospechoso, que diría García, y le ha abrazado efusivamente como si se tratase de una persona ejemplar y muy cercana a él. Cierto es que, la misericordia acumulada durante el año jubilar pasado, debe ser la causa de que todo un Papa se manifieste tan efusivo con un personaje como Maradona, que es un mal ejemplo viviente. En 48 horas en Madrid: amenazó con destrozar a un periodista de la Cope ¡! IOoooh casualidad!! ;se peleó, presuntamente, con su nueva novia y ayer, cuando era entrevistado no hablaba, solo balbuceaba y es fácil deducir la patología, dados los antecedentes; todo ello, siendo un icono de niños, y por lo visto muy digno de los abrazos del Papa haciendo gala de su inmensa misericordia . Que Dios les perdone a ambos
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