Breverías desde Foz.....
Reconozco que el asunto de la Sanidad me atrae enormemente. Cuanto más la frecuento, más apasionante me resulta el descifrar sus enigmas y paradigmas. Estos días, en el Hospital del Niño Jesús de Madrid, uno de los punteros en medicina infantil, se inauguró un Servicio para transplante de médula ósea para niños y adolescentes, que necesitan de este tratamiento debido al sufrimiento de cáncer. Este Servicio se instala merced al altruismo de un ciudadano de bien Paco Arango: cantante, creador, guionista, director de cine, hombre de bien y benefactor de la Sociedad. Es hijo del multimillonario de origen asturiano Plácido Arango, lo que le añade más mérito, si cabe, a su labor en beneficio de los demás. Su última película- y joya de su corona- se llama Maktub- estaba escrito, es su traducción-. Un buen día, Paco entró en el Hospital y vió a un joven de origen canario, de apellido Valerón, enfermo de cáncer, de lo que falleció, y Paco quedó impresionado por la historia de Valerón, al que propuso darla a conocer , para el bien de sus semejantes, niños y jóvenes atrapados por esta grosera enfermedad. De ahí nació Maktub- que Paco guionó y dirigió- película de éxito, y de ahí, también el compromiso de la productora- inducida por Paco- para dedicar los beneficios de la película a crear un centro de tratamiento del cáncer de médula, en el que sus pacientes, los niños, pudieran sobrellevar la dura prueba del transplante de médula, con la alegría típica de su edad. Ese proyecto, ahora ya es realidad. Gracias a Paco y gracias a Antonio (q.e.p.d) que no sobrevivió para disfrutar de este momento. Además de esta humanitaria historia, yo quiero destacar algo que le escuché al Dr. Luís Madero, Jefe del Servicio de Oncohematología Pediátrica del Niño Jesús, y coadyuvante de este éxito. Decía, al ser entrevistados Paco y él: ¡!!es hora de que los pacientes sepan escoger los mejores sítios para recibir sus tratamiento!!!. Tómese buena, nota ciudadanos de esta afligida Sociedad, en la que unos cuantos tratan, a base de algaradas, de condenarnos a ser atendidos al lado de casa, independientemente de la pericia, y medios, de quien nos atienda. Los de las algaradas, no crean centros pioneros; a mi entender, pretenden perpetuar posiciones de ventaja, para éllos. Éllos, constituyen los enigmas del servicio de salud.
Uno de esos que viven de representar a determinados trabajadores o empresarios, en este caso de agricultores, voceaba en radio demandando de los políticos que se olviden de Bárcenas y Urdangarines- Lo de los 1.000 millones de euros de los ERES, etc etc, nada sabe el individuo- y que defiendan el País en Europa. El sábado pasado escuchaba en un programa agro-ganadero, que el 28% de las rentas de los agricultores( no sé si incluye o no ganaderos) en España proceden de subvenciones. ¡!Jo…er!! con un 28% de menos gasto cualquiera debería poder hacer negocio. Pero claro, para eso sobran unas cuantas cosas en este País. Terminaremos pagando el 50% ¡!O más!! de los costos de nuestros empresarios, emprendedores y promotores, para que existan creadores de puestos de trabajo. Otro enigma más.
Escuchaba hoy a una parlamentaria gallega, ¿argumentar? que élla sabía mucho de polis buenos y polis malos, “porque vengo de una familia que luchó contra el franquismo”. Es curioso, al Gobierno actual le están diciendo, éstos mismos, cada día, cada hora, en cada ocasión, que dado que gobiernan desde hace 14 meses, que no se escuden en la herencia- ruina, digo yo- recibida. Sin embargo, éllos se autocualifican con esa potencial lucha contra el franquismo. Si eran tantos luchando contra el franquismo, y no han logrado nada contundente contra aquél, es que son, eran y fueron unos perfectos ineptos. Pero, realmente, como no son ineptos, la conclusión es clara, no hubo tal lucha contra, la hubo a favor de colocarse para después de, porque no confiaban en su valía personal, eran el paradigma de la mediocridad, como lo demuestra el hecho de que tengan que continuar echando mano de esa falacia para poder rellenar unos minutos de intervención en el Parlamento, preñado de medianías políticas.
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