El flautista de Hameln........
El alcalde de Foz , dada su precaria situación política, motivada por la aritmética de los votos, se ve obligado, una y otra vez, a ejercer de flautista de Hameln (el flautista de Hamelin). Para los que no lo sepan o recuerden, existe una fábula que da nombre a esta frase del flautista de Hameln. Está datada allá por el s. XIII en el pueblo alemán de Hameln, donde, a decir de la fábula, un flautista pactó con los vecinos de la ciudad el librarles de una plaga de ratas que les acosaban, cosa que hizo, pero los vecinos no cumplieron el pacto y ello motivo la venganza del flautista. El flautista, con su mágica música, obró la proeza de librar el pueblo de ratas. Si los políticos actuaran bajo criterios de racionalidad, deberían hallar solución fácil para acordar unos presupuestos axeitados a la coyuntura actual de Foz y a los intereses generales de los focenses, pero los criterios son ayunos de racionalidad y preñados de individualismo partidista, todo ello disfrazado de sensibilidades diferentes para afrontar las soluciones que nos acucian.
Esta pasada semana escuché una de esas cosas que producen mal estar momentáneo. ¡Rechazo, vamos!. Parece ser que el famoso padre Llanos (q.e.p.d.) jesuita él, y coofundador de CCOO, que se hizo famoso al incorporarse al Pozo del Tio Raimundo allá por mediados del siglo pasado, confesó y dio la absolución a la Pasionaria, quién, por tanto, murió católica, al decir del “descrubidor/divulgador” del hecho, un, también, jesuita,el Sr. Lamet. Seguramente que el Señor perdonó a la Pasionaria, y a su amigo el padre Llanos, pero ¿Y el pueblo de Dios? Las víctimas, dícese, innumerables, de la Pasionaria ¿Le perdonaron? Lo dudo. ¿Puede su confesor y amigo, perdonarle sin que lo hagan sus víctimas?. Lo sigo dudando. Dice el Sr. Lamet, que se había trasmutado en una persona muy piadosa, incluso entonaba cánticos religiosos con el padre Llanos. Pero nunca pidió perdón, que yo haya conocido, a sus víctimas. Por tanto, de haber esa posibilidad, debería “purgar”, en el otro mundo, lo que no hizo en este. Cuando en radio estaban comentando esta noticia, y cuasi, santificando a la tal Pasionaria, un diplomático presente interpuso su testimonio para dejar las cosas en su sitio. Informó, que después de la muerte de Franco había en Rusia un nutrido grupo de españoles que pretendían retornar a su patria, España, y fue la Pasionaria quién les denunció a la policía rusa para, no solo abortar el hecho, si no que además, ser sujetos de represión. Pero, élla si retornó a vivir del presupuesto, una vez más.
Es curioso. En mi juventud, años ha, al general de los jesuitas se le denominaba en el seminario, el Papa Negro. Los jesuitas siempre fueron un “nicho” de progresistas que pretendieron, y consiguieron en muchos casos, vivir bien a cuenta de esa supuesta legitimidad que les otorgaba el ser, o haber sído, jesuitas. Ahora, ya tienen un Papa blanco, al que por cierto, están tratando de “conducir”. Yo deseo que no resulte ser el Zapatero de la Iglesia. Lo deseo de corazón. Los progresistas como Lamet, o el cura Austriaco Helmut Shüller ,“guia espiritual” de los párrocos rebeldes, según él: 1000 en Irlanda; 700 en Alemania; 540 en Suiza y 430 en Austria, pretenden, entre otras cosas, que el Papa autorice la ordenación de las mujeres y de los casados, así como que se imparta la comunión a todo el mundo, sin reparos. ¿Se imaginan vds confesándose con la vecina, a la sazón ordenada “sacerdota”, o con el sacerdote casado con la vecina?. Sería la leche. Éstos tíos quieren “gozar de la vida”, como un seglar, y hacerlo desde la posición de “ministros de Dios Nuestro Señor”. ¡!Qué Dios aparte de mi ese cáliz!!. Puestas así las cosas, yo prefiero la “autogestión de mi fé”, cosa que ya haga ahora, porque, los actuales curas, salvo excepciones, como ya comenté aquí en otra ocasión, no los diferencio del panadero o del pescadero, por citar dos profesiones que nos son muy cercanas a todos.
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