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BRISAS DE FOZ

La seguridad en la atención médica un grave problema, 2ª parte

Desde mi punto de vista, como observador pertinaz , desde hace años, de lo que acontece y rodea la atención sanitaria, tanto en el sector público como en el privado, el mayor atentado contra la calidad asistencial, lo ha constituido la universalidad de la asistencia sanitaria en España. Esa decisión política, revestida de logro social, tomada por políticos negligentes y temerarios, llevó al colapso al Sistema, porque se implantó sobre unas estructuras diseñadas para otro supuesto, lo mismo que los procesos asistenciales. Viejos hospitales, abigarrados de pacientes que conviven, en muchos casos, con multitud de visitantes y pacientes en consultas externas, en los que es difícil de mantener la más elemental asepsia, por un lado, por otro, grandiosas plantillas de personal  donde abundan personajes que miran al paciente como un aparato deteriorado, en lugar de a una persona con su salud deteriorada y los daños colaterales que de ello se derivan. Esas frases de “ abuelo tiene que tomarse o hacer esto”, tan cotidianas como impersonales, son una corroboración.

Ahora, con los centros de Asistencia Primaria  y las consultas de Asistencia Especializada  colapsados por una superpresencia de pacientes. Con los Hospitales sin poder responder a la demanda. Se debe hacer la reforma del Sistema, con toda la presión, que lo anteriormente citado, supone, más la añadida de la política partidista y la de  determinados  profesionales que venían siendo una lacra para el Sistema. Por eso, la carencia de calidad alcanzó niveles de absoluta preocupación, dados sus funestos resultados, tanto a nivel de lesiones y muertes de pacientes, como de costos extraordinarios para los Estados.

Decíamos ayer, que el gran reto de la Sanidad actual está en mejorar la calidad de la atención, para minimizar los efectos indeseados producidos por carencia de esa calidad. Decía  el Dr. Avedis, ya en 1966, que aunque se habla de diversos modelos y metodologías para mejorar la calidad, lo más efectivo continúa siendo la determinación de los líderes y responsables de conducir los servicios. Con su determinación conceptual y convencidos de la validez de sus postulados “cualquier método o estrategia de garantía de calidad que se aplique, será exitosa”

“Muchos médicos se esconden tras el alegato de que son buenos clínicos pero que el sistema está mal, sin darse cuenta de que éllos son el aspecto clave del sistema. El sistema es responsabilidad de los médicos y de los dirigentes de los hospitales(…)”. También decía el Dr. Avedis

“Creo que los servicios de los hospitales son un desastre. He visto a tantas enfermeras de tiempo parcial trabajando en horarios distintos. Van y vienen. A menudo no podía saber si estaba tratando con una enfermera, un técnico, un médico de guardia o un asistente. Vi una discontinuidad rapante en la atención de enfermería y muchas enfermeras pobremente formadas, especialmente en los fines de semana “ . Continuaba diciendo el Dr. Avedis.

Desde esta ventana abierta hemos criticado en diversas ocasiones a los sindicatos que presionan para que se contrate a personal que no disponen de continuidad en el trabajo, para cubrir bajas, en lugar de hacerlo con los titulares de plaza. Alegábamos, que ese personal no puede ofrecer, en términos generales, la misma garantía técnica que los habituales. Proporcionar un salario al que no dispone de trabajo constante, en un loable esfuerzo, pero nunca a costa de la seguridad en la atención sanitaria. Debe generarse otros métodos para que puedan incorporarse al Sistema, en caso de que sean necesarios, que ese es otro problema severo derivado de políticas desastrosas que están llevando a fabricar parados sin oportunidad de conseguir trabajo en aquello para lo que se han formado.

“La conciencia en los sistemas y el diseño de los sistemas son importantes para los profesionales de la salud, pero no bastan. Sólo son mecanismos potenciadores. Lo esencial para el éxito de un sistema es la dimensión ética de los individuos. A fin de cuentas, el secreto de la calidad es el amor. Uno debe amar a su paciente; uno debe amar su profesión” . Relataba el Dr. Avedis . Cuando una visita un sanitario o un centro sanitario, no le es difícil discernir cuales de los personajes que cumplen con esta máxima de amar al paciente y a su profesión . Lo cierto y verdad, es que parecen ser mayoría los que no la cumplen, y si lo hacen, lo disimulan muy bien.

Desde hace meses, en los centros asistenciales de todo tipo, lo que solemos escuchar son las quejas, intempestivas en todo caso, de mucho del personal. Uno, que algo lee al respecto, no puede dejar de mirarles con lástima, no por el fondo de la queja y si por el trasfondo. Esta gente no encaja en ningún tipo de Sistema que no le permita hacer lo que le venga en gana, y eso, créanme, lo que le viene en gana, no es compatible con la calidad y la seguridad en la asistencia, por tanto, es un agente perturbador.

 

 

 

Continuara…..

 

 

 

 

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