Algunas reflexiones desde la playa da Rapadoira en Foz.....
Bien mirado, la política está perfectamente representada por las matrioskas rusas, aunque, ese tipo de muñeca, no nació para eso, para representar a las sucesivas generaciones de políticos, y si, se dice, a las jovencitas de un pueblo ruso, que acudían al mercado local engalanadas con trajes típicos de mucho colorido y, siempre, con una o varias flores en la mano. Pero, a mí se me antoja, que podrían ser mucho más útiles a la Sociedad Mundial si las adoptásemos como símbolo de las clases políticas. Lo más peculiar, lo más singular, de estas muñecas, es que dentro albergan más muñecas; por lo tanto, si te haces con una de estas, tienes garantizado varias, se dice que puede que hasta treinta, y, nunca menos de cinco.
Las hordas políticas se suceden continuamente dando lugar a una parte de la Sociedad que se distingue por disfrutar de buenos y permanentes medios de vida. En eso se parecen a la matrioskas. Votas una generación de políticos, y te aseguras sucesivas generaciones. Llegan con aspecto regularcillo, tirando a malo, pero pronto comienzan a tomar aspecto de intermediarios: toman kilos , exhiben ropas de marca selectas y comienzan a acopiar un patrimonio. Una vez que esa generación está colocada, emerge la siguiente y así sucesivamente.
Estos días, los escribidores oficiales y analistas de la cosa, están manifestándose muy sorprendidos porque, los componentes de las generaciones que llegan, en brevísimo tiempo, han producido parte del cambio que yo cité anteriormente. Se han dado cuenta estos sagaces profesionales, de que los que llegan no cambiarán nada, esencial, que afecte a la Sociedad en positivo; cambiarán lo indispensable para mantener el tinglado y sus estatus y pasarán a vivir de este trabajo, el de político. Harán simulaciones de cambios y recambios, pero, mirado con atención, veremos que, lo más cotidiano en ellos, será la falacia con la que engatusarnos.
Quieren abaratar la campaña electoral, porque se lo pidió el Jefe del Estado, je…je y realmente, lo que están viendo es, como hacernos creer que están preocupados por ese gasto. Si fuera cierta esa preocupación, podrían: renunciar a sus prebendas una vez han dejado de ser parlamentarios y también, renunciar a un nuevo reparto de millones por los nuevos resultados que obtengan, dado que, el último reparto, no les ha dado tiempo a gastárselo más allá de la parte dedicada a las anteriores elecciones.
En otro orden de políticas, oído este final de semana en radio. Después de que se reproducía un anuncio de un programa de la propia emisora, que decía “el gobierno español acogerá a 200 refugiados……///” un monaguillo ( persona al servicio de la Iglesia que hace propaganda o procura fondos) sostenía que mientras en Italia se habían acogido a 101 refugiado, el Gobierno Español se había negado reiteradamente a acoger refugiados. Suponemos que, la monaguilla, pues era una dama quien hablaba, podría referirse a refugiados tramitados por esta orden religiosa católica, en todo caso. Por cierto, que esta misma orden fue la que asumió la atención en Roma, de la docena de refugiados que se trajo el Papa desde Lesbos, hasta situarlos en Italia en disposición de vivir por su cuenta; es decir, el Vaticano, se los endosará a Italia. Siempre haciendo fiesta con pólvora ajena. Es fácil decir lo que los demás deben hacer, cuando tú no asumes la misma responsabilidad. Otro monaguillo decía, poco antes. ¡! El Papa en su trascendental discurso en Aquisgrán dijo, Europa tiene que abrirse a recoger refugiados, y los jefes de estado y gobierno presentes aplaudían!! . Se preguntaba, seguidamente, el monaguillo ¿Entonces porque hay concertinas en Ceuta?. Demagogia y de la barata. Un Jefe de Estado o Gobierno, aplaudiría por cortesía o porque él, particularmente, cree que Europa puede recibir refugiados, pero ¿Y su Sociedad piensa lo mismo?. La del Papa ya sabemos que sí, porque todos son asalariados de su Estado directa o indirectamente, y claro, no es lo mismo. Tampoco es lo mismo, traer refugiados al vaticano, y endosárselos a Italia, que tener que quedárselos. Las Sociedades europeas, a tenor de lo que se está viendo, parecen escasamente dispuestas a que se dispersen por el continente gentes sin control y sin conocer cómo podrán salir adelante sin agravar más los problemas de muchísimos de los nativos. Lo que está aconteciendo con personas procedentes de la propia Europa, y que parece no verse desde los salones enmoquetados de todo tipo, es para pensárselo dos veces. Acoger sí, pero antes planificar
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